He pasado el tiempo capturando momentos exclusivamente para mi mente y corazón, viviendo y disfrutando de lo que está sucediendo. Estoy disfrutando tanto que expresarlo con palabras se vuelve un reto.
Estoy enamorada…
Enamorada de la vida, y me emociona la forma en que se presenta ante mí, tan caótica, impredecible y rebelde. Mis elecciones, impulsivas y sin demasiado análisis, encuentran su justificación de manera sorprendente. Me embarga el amor por mis fracasos y amores, curiosamente equilibrados en número, un detalle que podría ser simplemente casualidad.
Siento un profundo enamoramiento por mis temores, ya que son el motor que impulsa mi salida de la zona de confort. El miedo no se convierte en una trampa si lo utilizas como oportunidad para buscar una mayor libertad.
Y es ahí donde nace mi amor por la vida, no solo en la libertad que ofrece, sino en la libertad que, bajo mis principios, elijo ofrecerme a mí misma.
Por estas razones, estoy completamente enamorada de la vida y eternamente agradecida con Dios. Cada instante se vuelve una joya que atesoro en el cofre de mis recuerdos, regalándome una existencia plena y llena de gratitud