Me siento diferente… Así comencé a preguntarme qué onda conmigo, en qué lugar estaba ahora y por qué me sentía tan distinta.

¿Alguna vez notaste cómo cada pareja te cambia todo? Tu energía, tu ánimo, la rutina diaria y hasta tu vida. ¡Incluso tu físico! Mira esas fotos de diferentes momentos y relaciones; a veces brillas con luz propia y otras, aunque sonrías, hay algo de tristeza.

Es loco cómo te transformas un poquito o un montón con tu pareja. Cambias de carácter, aparecen problemas o, por el contrario, fortuna y éxitos. Si estás con alguien que debe karma, es como acompañarlo a pagar las cuentas. Pero si tu compañía es alguien que busca crecer y trascender, ¡te liberas de un peso existencial! Eso sí, siempre y cuando estés dispuesta a aprender de él o ella.

Y no subestimemos el poder de la conexión íntima. Estar con alguien cuya vibración es muy diferente a la tuya puede afectar más de lo que piensas, ¡hasta existencialmente!

Me di cuenta de que no existen parejas felices; más bien, existen personas felices que se encuentran. Y lo mismo con lo de las parejas tóxicas, más bien son seres afectados que se atraen. Esto es un recordatorio de que las relaciones son un juego de dos.

En mis 25 años, estoy aprendiendo que cada relación, buena o mala, me ha moldeado de alguna manera. Somos como espejos que reflejan y absorben la energía de quienes elegimos tener cerca. Así que ahora me esfuerzo por ser consciente de mis vibraciones y elegir conexiones que me ayuden a crecer, evolucionar y, sobre todo, encontrar la verdadera felicidad en este viaje llamado vida.

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